UN PARAÍSO NATURAL A UNA HORA DE MADRID, DONDE:
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Todavía
se huele el humo de la leña.
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Se
escucha el sonido de las campanas de la iglesia y de los cencerros del
ganado.
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Se comen alimentos naturales de la tierra.
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La
artesanía de la madera, textil y hierro es una realidad actual a la vez que
histórica.
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Cuevas
con preciosas estalactitas y estalagmitas, con restos prehistóricos.
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El agua pinta de verde, abundantes fuentes y
arroyos, pastos, y frescas
arboledas.
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Conserva
el último bosque de acebos más al sur de Europa.
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Bosques
de sabinas (llamados localmente enebros) y de pinos en la sierra.
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